jueves, 21 de enero de 2010

LIBRO SEGUNDO: LAS EXPLORACIONES POLARES

Las condiciones de vida del Buenos Aires tropical son muy rigurosas: “oscuridad, promiscuidad, ventilación difícil y raciones alimenticias” de chocolates y frutas.
Soportamos la lluvia agarrados de un sólo paraguas, pero esta lluvia busca la ropa por todos los frentes y ya no queda un lugar seco donde guardarse cuando el agua de la noche duele. Pega como las nubes de mosquitos en brazos y piernas. Los bichos aparecen con sus patas que traman algo (no decido si pisarlos o con las puntas de los pies caminar hasta alejarme sin que se den cuenta).
Con tanto calor no es posible prever cuál será el porvenir lejano de la Antártida, o qué cantidad de hojas se quemarán en este otoño, amontonadas, como pirámides deformes a la vista de los perros y los hacedores de humo.

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